Concretamente son unos péptidos opioides endógenos con un efecto parecido al de la morfina que funcionan como neurotransmisores y además de calmar el dolor, ayudan a moderar el apetito, fortalecen el sistema inmunológico, liberar las hormonas sexuales y estimular la memoria.
Son producidas por la glándula pituitaria y el hipotálamo Cuando realizamos alguna actividad placentera, hay automáticamente una mayor producción de endorfinas.
El ejercicio, la risa, una afición que nos gusta, la música, un masaje, un paseo por el campo, dormir bien, una buena relación amorosa, etc son cosas que estimulan la producción de endorfinas.
Por el contrario, una vida llena de problemas, monotonía, aburrimiento, tristeza, malas relaciones, inmovilismo, etc hará que la producción baje, ya que esta no es continua y hay que estimularla a diario, no es suficiente con que seamos felices de tarde en tarde debemos de hacer de esto una costumbre para que nuestro cuerpo funcione mejor y nos sintamos bien, sino corremos el riesgo de volvernos ansiosos o depresivos y que se nos haga mucho más cuesta arriba ser capaces de superar situaciones adversas.
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